Cada día
renazco de mi muerte cotidiana
cada noche
me sumerjo en el abismo de la nada.
He muerto
tantas veces a falsas ilusiones
he renacido
del olvido, el espanto y los dolores.
Aún sigo
caminando hacia la tierra prometida
miro hacia atrás
y sólo quedan sombras de mi vida.
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