Lc. 15, 11-32 "Hace tantos años que te sirvo sin
haber desobedecido jamás ni una sola
de tus órdenes"
El hijo fiel
No pudo entender
la caridad del Padre,
el perdón sin condiciones,
la igualdad a la hora de la paga,
la alegría frente al arrepentimiento,
la felicidad por la recuperación,
el olvido de la culpa,
la misericordia infinita
el amor sin límites.
Porque se sentía justo,
creía haberlo dado todo,
creía que los bienes le pertenecían,
creía que él no había pecado,
no vio sus celos, sus envidias,
no vio su soberbia y su codicia,
no vio su miseria engañadora,
no vio su bondad aparente y vanidosa,
creyó en la blancura de su sepulcro.
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