Lc. 15, 11-32
"Mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida,
estaba perdido y fue encontrado"
El Padre misericordioso
Y el padre le ofreció
su perdonar y su olvido,
su misericordia y su alegría,
su ser de nuevo y como si nada,
su corazón abierto,
su esperar en el dolor,
su libertad aún en el riesgo,
su comprender sin reproches,
su sufrir sin condena.
Y aún el banquete
y el mejor ternero,
y el vestido único y elegido,
y la fortuna perdida,
y la esperanza y el anillo,
y el amor,
y el hospedaje y los zapatos,
y una vida nueva sin pasado,
y la alegría en el reencuentro.
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