Sal. 23
Jn. 10. 11
¡Cuántas veces, Oh Jesús,
Tus ojos he contemplado,
Y Tu mirada, Señor,
el alma me ha traspasado!
Me miras con gran bondad,
y yo Te siento, mi Amado,
y oigo Tu voz que me dice:
“Te cuido, no te he olvidado.”
No me abandones, Señor,
y tenme siempre a tu lado,
fue difícil el camino
cuando de Ti me he alejado.
Te veo, mi Buen Pastor,
caminar con tu cayado,
y cuidar de las ovejas
y buscar al descarriado.
¡Cuántas veces, Oh Señor,
con el corazón llagado
sentí Tu amor, Tu mirada
y al instante me he sanado!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario