Gn. 6.5
Mc. 12. 31
Este mundo de dolor
que causó nuestro pecado,
transformó aquel paraíso,
en un caos despiadado
¡Tanto dolor, tanta muerte,
y tanto niño olvidado!
Busco en Tus ojos respuestas
y Tú me miras callado.
¿Por qué elegimos el mal
siempre el camino escarpado?
Las praderas de verdor
no las hemos encontrado.
Estamos ciegos, Jesús,
Vuelve pronto, te he llamado
¡Tantos días, tantas noches,
en mi vida te he esperado!
Sólo debemos amar
y ver al necesitado
Tú lo pediste, Jesús,
y no te hemos escuchado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario