Lucas 1. 26 - 38
Era un lirio purísimo,
brote Santo en Nazareth,
de cristal lucida copa
que Dios toma y que la elige
donde su Hijo nacer.
Y la Madre silenciosa
miraba al niño crecer
y esperaba sin saberlo,
la misión que Dios tenía
para ella en su poder.
Madre tierna en el pesebre
Madre que sufre al perder,
Madre que pide en Caná
Madre que llora en la Cruz
y ve al Espíritu arder.
Y tus hijos esperamos
que por nosotros también
eleves muchas plegarias
y nos tomes de la mano
para llegar hasta el Bien.
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